El primer carro eléctrico para niños de entre 5 y 10 años de edad se llama Firefly. Está diseñado y desarrollado en el Reino Unido, cuenta con nueve horas de autonomía totalmente eléctrica y diferentes componentes adaptados directamente del mundo de la automoción. Se trata de un proyecto de Young Driver Motor Cars Limited, una empresa que habitualmente se encarga de dar clases de seguridad vial a niños de entre 10 y 17 años.
Es precisamente por este rango de edad por el que comprendieron que no había ninguna opción para los jóvenes de entre 5 y 10 años, ya que todos los juguetes disponibles eran para menores de 5 años. Decidieron unirse a un grupo de expertos en automoción, con Chris Johnson, famoso por trabajar en Jaguar o Volvo, a cargo del diseño, con el fin de diseñar y fabricar un pequeño carro eléctrico para este ratio de edad.
El Firefly ofrece frenos hidráulicos de disco, suspensión independiente, panel de control como si fuera una tablet, faros y luces traseras de tipo LED y hasta nueve horas de autonomía. Su velocidad está limitada a 15 km/h, aunque con el modo Junior esta se reduce a 8 km/h, y está impulsado por dos baterías de 12V.
Para más seguridad, en el Firefly además de que un adulto de hasta 1,80 cm puede acompañar al niño a bordo, también incluye un control remoto que permite detener el coche a una distancia de hasta 120 metros. Estará a la venta a partir de 2017, pero su precio será elevado, ya que se situará en los 7.000 euros.
