Ingenieros de la Universidad Estatal de Campinas en Brasil desarrollaron una silla de ruedas que se controla con movimientos faciales

Tecnología

Un grupo de ingenieros de la Universidad Estatal de Campinas en Brasil, con apoyo de la Agência FAPESP, ha desarrollado una silla de ruedas que se puede controlar mediante movimientos faciales, del iris y de la cabeza  

Gracias a esta tecnología, las personas con tetraplejia, escleorisis lateral amiotrófica, pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular u otros individuos con problemas de movilidad en las manos podrían desplazarse de manera autónoma.

Se trata de una silla de ruedas motorizada convencional que ha sido modificada. La palanca de mando habitual ha sido retirada y sustituida por sensores que tienen la capacidad de medir la distancia a las paredes y los objetos, así como detectar diferencias de profundidad.

El prototipo se completa con una cámara 3D que integra la tecnología RealSense de Intel, que permite que el usuario pueda interactuar con un ordenador mediante expresiones de la cara o movimientos del iris y la cabeza.

La cámara identifica más de 70 puntos de la cara – alrededor de la boca, la nariz y los ojos – y a través de estos puntos puede extraer comandos simples, como ir hacia adelante, hacia atrás, a la izquierda o a la derecha, y lo más importante: parar, explica Eleri Cardozo, miembro del equipo de investigación.

 

Además, el usuario también tiene la posibilidad de interactuar con el computador integrado en la silla a través de comandos de voz. No obstante, este sistema es menos fiable que las instrucciones faciales debido a las diferencias en el timbre de voz y a las interferencias generadas por el ruido ambiental.

Los investigadores no han querido olvidar a los pacientes con problemas más graves de movilidad, para los que puede ser difícil incluso efectuar gestos faciales. Pensando en ellos, también están trabajando en una interfaz cerebro-ordenador que, mediante electrodos colocados en la cabeza del usuario, puede extraer las señales del cerebro y convertirlas en comandos de movimiento.

La silla de ruedas que se controla con movimientos faciales todavía es un prototipo experimental con un valor elevado. Sin embargo, un programa de investigación promovido por FAPESP tiene el objetivo de adaptar la tecnología para hacerla más accesible y conseguir que esté en el mercado en el plazo de dos años.

Nuestro objetivo consiste en que el coste final del producto no sobrepase el doble del precio de una silla motorizada común, asegura Cardozo.

Fuente: Agência FAPESP

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