La estación parece ser un problema tanto en la realidad como en la ficción
Apenas han pasado unas semanas desde el final de la sexta temporada de la serie estrella de HBO «Game of Thrones» (Juego de Tronos) y los fans no pueden esperar para ver la siguiente, que marcaría la primer parte del desenlace de la historia. Para mala fortuna esto podría tardar mucho más tiempo del tradicional, ya que la grabación de los nuevos capítulos se retrasaría.
De acuerdo con los productores de la serie, el inicio del rodaje está tardando más de lo esperado debido a una razón: el invierno; no es broma, el gran temor de los personajes en la ficción, lo es también para la gente detrás de la obra.
Como la siguiente temporada se sitúa en dicha estación, se necesita de esta para poder regresar a las locaciones y representar el ambiente lo mejor posible; el sol y la lluvia veraniega no sirve para continuar con la narrativa.
Así, las primeras escenas se comenzarían a rodar entre octubre de 2016 y enero de 2017, terminando a inicios del año que entra, aproximadamente; lo que significa que la séptima temporada no podría estrenarse en marzo-abril, como es costumbre, debido a todo el proceso post-producción. Lo más probable es que no veríamos la continuación hasta la segunda mitad de 2017.
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