En la narrativa de ficción, el ajo siempre ha sido un arma letal contra los vampiros; en el mundo real, es un ingrediente protagónico en la gastronomía mundial.
La Real Academia Española define al ajo como el bulbo de la planta de la familia de las Liliáceas.
Sus características principales son su aroma y sabor intensos, lo que lo convierte en un condimento único en el ámbito culinario.
Sin embargo, son muchos los beneficios nutricionales que se le adjudican popularmente. Recuerda, antes de ingerir este o cualquier otro alimento, consulta con un experto en salud.
– Alivia el dolor de oído.
– Combate el reumatismo.
– Combate la tos ferina.
– Combate el insomnio.
– Ayuda a expulsar los parásitos del cuerpo.
– Promueve una buena digestión.
– Alivia la tuberculosis, el resfriado, la bronquitis y el asma.
– Combate el estreñimiento, las enfermedades del hígado y de los riñones.
– Alivia el dolor ocasionado por abscesos.
– Es un buen expectorante.
– Alivia los síntomas de enfermedades como la gota y el reumatismo.
– Es un diurético y antiespasmódico.
– Sirve como un antibiótico que combate numerosos hongos, bacterias y virus.
– Evita las afecciones cardiovasculares. Reduce el bloqueo de las arterias, la presión arterial y el colesterol. Controla también los daños causados por la arteriosclerosis.
– Es eficaz en el tratamiento de la diabetes porque puede reducir el azúcar en la sangre e incrementar la liberación de insulina.
– Es un repelente de mosquitos.
– Limpia las manchas en la cara.
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